lunes, 20 de agosto de 2012

La vida sigue igual. O casi.

Arrancó de nuevo La Liga y todas las miradas se centraban en los dos grandes. El Madrid se medía al Valencia, 1º contra 3º de la pasada edición. El Barça arrancaba contra la Real Sociedad, con la expectación de ver al Tito Team y cuantas diferencias había respecto al equipo de Guardiola. Pero hablemos primero del Madrid.

El Madrid comenzó el partido con su once tipo, salvo la entrada de Lass por Khedira y la inclusión de Coentrao por Marcelo. No entraré a valorar si Benzema merece ser titular por delante de Higuaín. El Valencia estrenaba entrenador y formación, con los debuts oficiales de Joao Pereira, Gago y Guardado. Se notó la etiqueta de Pellegrino: presión y mucho orden atrás, salida del balón en corto, distribuyendo Gago y Tino y buscar a Feghouli y Guardado, o aprovechar la movilidad de Jonas. En el Madrid el primero en intentarlo fue Cristiano, con una diagonal que terminó en un disparo desviado. No fue la tarde del luso, desaparecido y desganado, no parecía el ganador nato que es. Pero en el minuto 9, tras una gran pase de Di Maria a la espalda de la defensa valencianista (enorme cabreo se cogió Pellegrino) , Higuaín recibió el balón en el área, y tras dos remates fallidos acertó con el tercero.

Gol de Higuaín.
Tras el gol, llegó un disparo de Xabi, que se marchó a la derecha del arco de Alves. La siguiente ocasión de peligro de los madridistas corrió a cargo de Coentrao, con una gran subida por el carril izquierdo, que Alves mandó a corner.



Choque entre Iker y Pepe.
Pero pese al dominio merengue, el Valencia consiguió empatar en una falta lateral (asignatura pendiente del Madrid el año pasado) botada por Tino Costa y rematada a la red por Jonas. En esta jugada se produjo un choque entre Casillas y Pepe, que provocó que el portugués acabase la primera parte con un vendaje y en el descanso fuese sustituido por Albiol.

Tras la reanudación, Di Maria gozó de una oportunidad a pase de Özil (otro que brilló por su ausencia), pero El Fideo no consiguió ver puerta. Y llegó la jugada polémica del partido. El Tino Costa sacó una falta rápida buscando a Soldado, que ganó la espalda a la defensa y regateó a Casillas, rematando luego a puerta. Pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego (cierto es que no hay tomas que puedan demostrar que la acción era válida o no). Y a partir de ahí apareció la figura de Diego Alves y el vendaval madridista. Un remate al larguero de Higuaín y sendas paradas del arquero brasileño tras disparos de Özil, Higuaín y Benzema (que ingreso en el campo por Lass, dejando a Xabi como único pivote) fueron el broche a un partido con ritmo de pretemporada y marcado por el calor en la capital. El Madrid pudo ganar con su pegada, pero siempre es más fácil ganar si se juega bien.

Xavi abraza a Puyi tras el gol.
En cuanto a lo acontecido en el Camp Nou, Tito Villanova apostó por dar descanso a Piqué, Iniesta y Alexis a favor de Puyol, Cesc y Tello en el once titular. Y no le pudo salir mejor al preparador de Bellcaire, ya que en el minuto tres y tras un corner botado por Xavi, Puyol conseguía el primero del Barça. Parece ser que Villanova apostará por la estrategia a balón parado y no por sacar en corto como hacía el Barça de Pep. Pero la Real salió atrevida e Illarramendi estuvo a punto de instaurar las tablas en el marcador. En la siguiente jugada, Alves basculó demasiado, dejando toda la banda libre al Chory Castro, que consiguió batir a Victor Valdés por alto. La Real ya había avisado y le metió el miedo al Barça en el cuerpo con el empate.

Pero que es el miedo para Leo Messi. Tras un centro al área de Tello, Leo combinó con Pedro y el astro argentino mandó el balón a la escuadra. Cuatro minutos después, Messi conseguiría el segundo en su cuenta particular, mientras Gasol alucinaba en la grada con la espectacularidad del argentino. Lo cierto es que en ambos goles la defensa donostiarra fue bastante blandita. El resto del partido fue anecdótico: un disparo de la Real desde el centro del campo, el gol de Pedro a pase de Tello (confirmando la gran actuación de este último), alguna ocasión de Messi y otra del Chory para el equipo txuri-urdin.

Y llegó el minuto 74, minuto en el que David Villa volvía a pisar un terreno de juego de manera oficial. Increíble ovación del Camp Nou para el 7 del Barça. Solo hicieron falta 10 minutos, tras una gran jugada de Iniesta (que entró por Cesc) para que Villa volviese a mandar el balón a la red. Emotiva su celebración mostrando una camiseta que rezaba "Imposible sin vosotras", dedicado a su mujer e hijas. Fue el punto y final para una noche a las que estaban acostumbrados en Can Barça. La vida sigue igual. O casi.


Villa celebra su gol.

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