sábado, 26 de octubre de 2013

Al ritmo de Gnabry

Entró en el 7', cuando Flamini se retiraba cojeando y Wenger barruntaba como recomponer el equipo. En teoría, Ramsey pasaba a jugar más atrasado para que él, Serge Gnabry, ocupara un puesto en la línea de 3/4. No es la primera vez que este alemán del 95 entra en un partido del Arsenal y lo revoluciona, pero tal vez sí la más significativa.

El Palace obligaba a jugar al Arsenal en 20-30 metros, adelantando su defensa y haciendo replegar a Chamakh para entorpecer la profundidad de los pupilos de Wenger. Con Özil y Cazorla moviéndose por posiciones centrales, buscando combinaciones con Ramsey en la frontal y sin generar apenas peligro, permitían transiciones cómodas del Palace. Con el juego cerrado por dentro, la única forma de meter mano a aquella contienda incómoda era por banda. Y allí, en el costado derecho, apareció Gnabry. No sabemos si por descaro, necesidad o naturaleza, el joven alemán era el único decidido a encarar y regatear. El resultado de tal osadía fueron dos penaltis: uno no pitado al filo del descanso y otro sí señalado tras la reanudación. Arteta se encargaba de transformarlo en gol. Corría el 47', la lata abierta y Gnabry on fire

Serge Gnabry (vía: Daily Mail)
La única forma de pararle era sacarle del campo, hecho que ocurrió tras la expulsión de Arteta. Wenger decidió retirar al alemán e introducir a Wilshere para rearmar el centro del campo. Era el 65'. Gnabry solo necesitó 58 minutos para que el Arsenal agarrase con una mano otros 3 puntos. La segunda mano en aferrar la victoria llegó por la vía Özil-Ramsey (refrendando así su enésimo show) y el sello de la cabeza de Olivier Giroud. Suman y siguen. Arséne sonríe.

Juan Carlos Mateos del Amo (@JuanCarlosM_11)