miércoles, 21 de agosto de 2013

Un equipo kazajo con alma inglesa

Muchos coincidiremos en que nos llamaba poderosamente la atención el Stoke City de Tony Pulis. Más allá de ser un equipo con el típico juego inglés, directo, de balón largo y azaroso buscando la segunda jugada, tenía un elemento que le concedía cierta gracia, algo que nos esbozaba una mueca de admiración cada vez que lo contemplábamos: los saques de banda.

Rory Delap era un centrocampista irlandés que no destacaba ni por su llegada ni por su visión. Simplemente se dedicaba a cumplir sobre el terreno de juego, sin complicarse. Después de pasar por el Carlisle, el Derby, el Southampton y el Sunderland encontró acomodo en el centro de Inglaterra, en la ciudad de Stoke-on-Trent. Tony Pulis supo extraer todo su potencial, residente en sus brazos más que en sus piernas: saques de banda que conllevaban un peligro similar a un córner. Acabado el proyecto de Pulis en el Britannia Stadium y la andadura de Delap como potter, personalmente creía que nunca vería otro equipo con una característica tan diferencial llevada a ese extremo de perfeccionamiento.

Fuente: BBC.co.uk.
Pero ni el Stoke ni Delap son los protagonistas de estas líneas. Hoy jugaba el Shakhter Karagandy, equipo kazajo que ha sorprendido a todo el mundo plantándose en la última eliminatoria que da acceso a la fase de grupos de la UEFA Champions League. Y el último escollo a superar era el Celtic de Glasgow, equipo histórico y que fue capaz de ganar al Barça en la pasada edición de la Champions.

El primer round se disputaba en Astaná, ciudad que da nombre a un conocido equipo de ciclismo y que acogió el partido ya que el estadio del Shakhter (el Shakhtyor Stadium, en la ciudad de Karagandy) no cumple la normativa UEFA para albergar partidos de competiciones europeas. En este clima pocos soñábamos con una victoria de los locales, que defendían horrible por alto (donde más fuerte era el Celtic) y con un 5-4-1 esperando generar algo de peligro con balones largos.

No había nada que llamase poderosamente la atención hasta que le pelota salió por el lateral del campo. Entonces el dorsal '3' (a la postre he conocido que se llama Gediminas Vicius) colgó un balón al área. ¡Como el Stoke de Delap!, pensé. Un error del Celtic atrás y la pelota suelta para que su capitán, Andrei Finonchenko, hiciera saltar la sorpresa. Cada balón desde el lateral era un peligro, y los escoceses defendían nerviosos ese tipo de jugadas, cuando suelen ser dominadores del juego aéreo.

Hacia el final del partido, un balón centrado desde la izquierda se encontró con Khizhnichenko, que batió a Forster y amplió la ventaja a dos goles. No sabemos como acabará la historia en Celtic Park, pero el sueño de los kazajos se mantiene intacto.

Fuente: futbolocos.com