lunes, 1 de julio de 2013

Problema de identidad

Hace unos meses aplaudíamos la autoridad y soberanía con la que el Bayern de Múnich aplastaba al F.C. Barcelona. Los alemanes llegaban siempre antes y mejor. Ayer se siguió el mismo guión, pero llegaban antes los brasileños. España no se reconocía, no lograba encontrarse en el campo. Era como jugar al quién es quién  y no saber por donde empezar. Podemos resumir la indiscutible superioridad brasileña y el problema de identidad español en siete puntos.

1. La idea de ScolariEs un secreto a voces lo que le gusta a Scolari: disciplina, trabajo y sacrificio. Solo tiene el derecho a ser distinto Neymar, el único que puede quebrar la seriedad de su dibujo con derroches de fantasía. Las bandas cobran protagonismo en detrimento de un centro del campo recuperador y llegador. 

2. Brasil estuvo muy cómoda. La presión brasileña ahogaba la salida de pelota de España, aderezada con acciones duras y muchas trabas en la jugada. En cambio Busquets, pivote único, se veía incapaz de frenar a Luiz Gustavo y Paulinho, que recibían ayudas de Neymar y Oscar en la salida en corto. Cuando no, se buscaba la pelota larga para Fred o Hulk y se empezaba a hilvanar la jugada en 3/4.

3. Doble pivote. Como he dicho antes, Busquets se veía superado por el entramado brasileño. Ante partidos en los que eres inferior físicamente siempre es mejor ser dos que uno. Con Xabi Alonso en casa, Javi Martínez calentaba banquillo y Del Bosque parecía no darse cuenta.

4. Xavi no es Xavi. Hoy, 1 de julio, hace un año exactamente que Xavi jugaba su último gran partido. Hace un año Xavi recuperaba sus mejores sensaciones en la final de la Eurocopa contra Italia. Ahora solo ofrece juego en horizontal, sin ninguna profundidad. Es el icono de un estilo que agoniza por momentos.

5. Torres fundido. Del Bosque introdujo a Fernando Torres buscando el mismo trabajo que realizó contra Italia. Con el cansancio acumulado de los 120' del partido anterior y con Thiago Silva y David Luiz enchufados en todo momento, el Niño se diluyó junto al encuentro.

6. La banda de Arbeloa. Puede parecer repetitivo, abusivo o incluso dogmático, pero Álvaro Arbeloa no tiene nivel para esta selección. Inoperante en ataque y desconcentrado atrás, se olvidó de la marca de Neymar en el segundo gol de Brasil. Azpilicueta salió tras el descanso.

7. Fred y Neymar. El primero tal vez no tenga el nombre ni el don que podían tener los últimos delanteros brasileños, pero conoce sus virtudes y carencias y los aprovecha al máximo. 
El segundo se ha alzado con el 'Balón de Oro' de esta Confecup y se ha encargado de cerrar bocas (entre ellas la mía) demostrando la madurez y recursos suficientes como para triunfar en Europa.

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